viernes, agosto 8


Siento estar colgada de sogas, sogas sostenidas por tus manos. ¿Será que me siento tu marioneta? Seguramente. Me doy cuenta de que todos mis movimientos son producidos por vos, llegaste hasta el otro extremo de mí, de mi tristeza hasta mi felicidad. Se que esta en mi error dejarme manejar por tus acciones, pero no puedo dejar de hacerlo, se lo mucho que me hace sufrir, pero no puedo evitarlo. Es que todo lo que tenga que ver algo con vos me vuelve ciega, y olvido todo lo que me puede hacer mal las locuras que diariamente cometo por vos. Es una lástima que muy pocas veces te desvíes de tu propio camino enmarcado para poder tener un poquito de mí, una lástima que tan pocas veces tomes esos atajos en los que siempre me vas a encontrar, pero creo que este camino tuyo que muy pocos pudieron ver tiene dos salidas, una a mi y otra vos sabrás. Me perdí en ese camino sin saber por donde ir, grite tu nombre cuando menos me escuchabas en la oscuridad de ese desvío y lo único que pude alcanzar fue la mano de un desconocido. Me quiso llegar con el, pero yo le dije que quería ir contigo. Me dijo que con el me esperaban colores, y con vos solo blancos y negros, pero di vuelta la cabeza dejando de creerle confiando en que tu me podías dar lo que el prometía. El olvido que tu esperas que entregue genera tristeza y un amplio período de agonía no esperes que lo de y me suelte sola al destino incierto el cual nos persigue.

No hay comentarios:

visitas

Archivo del blog