lunes, agosto 11


Ya es tiempo de darnos cuenta de que hasta las mejores personas pueden lastimarte, es normal, todos nos podemos equivocar. Aprender a aceptar que un beso no es un contrato, ni una ilusión, ni una promesa, ni siquiera es algo que te pueda entrar en la cabeza. Empezar a madurar es lo mejor que puede pasar, aceptar las derrotas y seguir caminando con la frente en alto y ocultar la mirada desconcertada o dejarla simplemente para un momento el cual puedas arreglar sola o con la almohada. No abrir las puertas de tus penas, para mostrarlas a ajenos y que se apiaden de vos, indiferentemente la tristeza escapa del nosotros en algún momento. Ningún juego esta perdido, nadie cerró aún el tablero, seguir jugando hasta último momento e intentar obtener la victoria para poder pasar al siguiente nivel. Aprender a jugar, para vivir la vida y estoy dispuesta hacerlo por que quiero vivirla. Dejar atrás a las personas que lastiman y no valoran lo que adelante tienen, desde los más queridos hasta el vecino de enfrente. Empezar a aplicar el método de no realizar las cosas que no te gustaría que te hagan, no pagar veneno con veneno y hacer siempre el papel de bueno. Seguir el camino sin importar a donde vamos si no, a donde llegamos, que nos espera, cual será nuestro porvenir e imaginarlo como si fuera el último y el mejor. No ser soberbia ni contar en cuantos pedazos rompieron tu corazón simplemente intentar de apoco arreglarlo y apresúrate para hacerlo ya que el mundo no se detiene a esperarte. No idees hasta donde podrás llegar, al final terminarás siendo más fuerte y podrás llegar a un mejor lugar… Y así podrás aceptar que la vida es buena si estas dispuesta a arriezgar.

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