viernes, octubre 24

Cada círculo tiene un final, individual y único. Debería aclarar que todos los concluyentes tienen algún círculo del que corresponden, salvo uno. La excepción de la regla, pese a quien le pese. Dejar de lado, entre renglones, borrar, desconocer, marginar, tomarse un lexotanil, perder el hilo, el Alzheimer consentido. Antes que eso les recomendaría que caigan una a una las lágrimas, cierren los ojos, especulen, premediten y después dejen pasar unos días. Si es posible en esos días ilusiónense vanamente y superfluamente de que de repente el círculo de un giro (valga la redundancia) y que vuelva a empezar en vez de terminar. Claro, justo ustedes, los que tan astutos se creían vienen a considerar virtualmente factible el hecho de que eso suceda. El último paso sería desplegar, proceder con lo decidido y de una vez por todas vencer y acabar el famoso círculo. ¿Asique esto fue todo? ¿Ahora hay que sonreír y desearle suerte a gente que ya no es nada (casi nada)?


(debería agregar que todo final de círculo concluye irreverentemente con el comienzo de otro y esa es la mejor parte)

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